lunes, 3 de noviembre de 2014

Un país donde los sueños eran realidades

Poca gente me cree las historias de Venezuela y la verdad no los culpo, estando en USA e aprendido que mi niñez fue de oro y mi adolescencia un tesoro,  pocas personas son tan libres como los fuimos nosotros, casi nadie se escapa a la playa,  o a cazar pajaritos en el cerro.
La verdad es que hasta tener amigos de la calidad de los míos parece difícil, las parrilladas improvisadas son casi imposibles, es mas, ser espontaneo es dificilísimo ya que aquí hay que tenerle miedo a todo el mundo.
Solo espero poder brindarle a mi hijo una infancia tan feliz como la mía en un país muy muy lejano.

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