lunes, 15 de diciembre de 2014

Un tiempo para sanar...

Un día estando en este país, conocí a un tipo y como muchas de las personas que conozco, me contó una historia, el señor tenia una imprenta, una imprenta bastante grande, gracias a que antes de la "recesión" todo el mundo tenia crédito y le vendían un avión a cualquiera con buen historial, tuviese con que pagarlo o no. En fin le iba muy bien y de pronto el mercado se fue a pico y le quitaron hasta lo que no tenia, por supuesto se deprimió, pero me dijo algo muy curioso y que me pareció muy lógico en ese momento.

Me dijo, después de perderlo todo regrese a casa de mis padres, para sanar mis heridas.

Verán, mucha gente o muchos de nosotros queremos cambiar o mejorar una situación tan rápido que no nos damos cuenta de que no estamos listos para afrontarla y es que nadie puede volver a la guerra si aun tiene las tripas afuera.

A mi me paso lo mismo, y por eso escribo hoy estas lineas, porque tenia tiempo sin sentirme tan dueño de mi futuro incierto (si, siempre lo sera), y me siento de esa manera por varias razones, creo yo, la principal, por el apoyo de mi esposa en todas mis locuras y aventuras, la segunda por tener ya 4 meses solo, muy solo.

Bueno yo creo que la gente no valora la soledad, yo pasaba mucho tiempo solo en mi casa, mis padres trabajaban muchísimo y yo no era muy callejero, bueno mas o menos, pero me gustaba estar en mi casa, estaba en paz con migo mismo y me sentía dueño y señor de mis acciones, aprendí a conocerme a mi mismo y a apreciar el silencio.

Después de todo lo que paso en mi vida gracias a mi decisión de exilio y mi desesperación por la seguridad de mi familia, siento que necesitaba estos meses solo, porque?, pues porque me tuve que enfrentar a mi peor enemigo, mi reflejo. Poco a poco me di cuenta de lo mal que estaba y de lo vacío que me sentía, claro la adrenalina de sobrevivir y de que mi familia no muriera de hambre me mantenía corriendo pero era una carrera para sobrevivir y no una para vivir.

A mi me pasa algo curioso, cuando algo me da mala espina lo mas seguro es que salga mal y lamentablemente por la desesperación antes nombrada ignoré esa voz en mi interior y bueno, termine mal, bastante mal.

Hoy estoy orgulloso de la gente que permaneció a mi lado, agradecido de los que defienden las injusticias, triste por los que prefirieron no enfrentar la realidad y feliz por quitarme un montón de malas influencias.

Y esta es mi manera de declararme liberado de mis heridas emocionales, perdonare a los que las hicieron, me reiré de los que me vieron en el piso desangrándome y me dijeron cínicamente "te lo dije" y me dejaron allí, abrasare a los que aun están conmigo y protegeré a los que me cargaron en sus brazos.

Y cerrare esta odisea que me tumbo unos cuantos pelos de la cabeza y causo mas peleas y recelos de los que puedo tolerar, bueno no tolero ninguno en realidad.

Aprendí muchísimo, sufrí bastante y me di cuenta una vez mas que solo cayendo se puede llegar mas alto.

A los que seguirán en mi vida les recuerdo que no es la primera y mucho menos sera la ultima, a los que no, me hubiese gustado tenerlos a mi lado, a mi familia como siempre la llevare en los brazos por el campo de batalla mientras les canto una canción de cuna.

Porque eso es lo que los hombres hacemos, protegemos a nuestra familia, no hay nada mas macho, mas heroico que eso, nada mas varonil o mas caballeroso que cuidar a la gente que amas.

Entiendan o no en ese momento y eso es lo mas difícil, seguir adelante mientras los demás no entienden lo que haces o mientras los vez sufrir, pero tras la noche esta el amanecer y si sigues adelante o tu llegas a el o el sol te llega a ti.

Lo mas gracioso es que después un par de pendejos te dirán "es que tu tienes mucha suerte".

As que ya saben, si pueden tómense un tiempo y sanen, si no pueden vayan poco a poco, porque en ese caso en especial, del apuro solo queda el fracaso.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario